domingo, 5 de octubre de 2008

El IA-35 Huanquero

El IA-35 Huanquero es el resultado de los trabajos de diseño del equipo de especialistas alemanes encabezado por el ingeniero Kurt Tank. A pesar de haber tenido un tiempo de desarrollo muy lento, una consecuencia directa de la prioridad dada al Pulqui II, el IA-35 no corrió la misma suerte que el resto de los proyectos iniciados durante la presidencia de Juan D. Perón. Efectivamente, este modelo pudo sobrevivir al derrocamiento de este presidente con la única pérdida del nombre, que pasó de "Justicialista del Aire" a Huanquero.Los comienzos del IA-35 se remontan a 1950, cuando bajo la dirección de Kurt Tank se realizaron los bosquejos iniciales y luego anteproyecto de un aparato que, bajo mínimas adaptaciones, fuera capaz de cumplir con un amplio número de roles previstos. La etapa siguiente la llevó adelante el ingeniero Paul Klages, quien estuvo a cargo de los cálculos de diseño aerodinámico y de estructura.

El prototipo Nº1 se incorporó a las filas de la FAA como T-550 Foto: Héctor Vaccaro.


Avión multipropósito
Los vuelos de pruebas y presentación ante las autoridades fueron realizados en 1953, con una aceptable repercusión en los medios que aludían al "Justicialista del Aire". El primer vuelo del prototipo, matrícula IA-35 P, fue llevado a cabo por el 1er Ten. Jorge Conan Doyle, quien lo evaluó como un avión sumamente estable en sus tres ejes, pero con ciertos problemas en los motores, que consumían demasiado aceite. En 1954 se terminó con el segundo prototipo destinado a ensayos destructivos en tierra, en tanto que entre 1953 y 1956 el IA-35 P computó un total de 298,25 h/v, mientras que en el país se vivía una etapa de fuertes cambios institucionales y profundos desacuerdos políticos. Debido a esto último, en 1955 los trabajos se detuvieron hasta que al año siguiente se dio la orden de continuación, con el proyecto ya en manos de un equipo técnico formado únicamente por argentinos (recordemos que los alemanes se vieron obligados a abandonar el país debido a las fuertes presiones políticas); de este modo el primer aparato de una preserie de cuatro voló el 29 Mar '57 (E-002, configurado como entrenador), con el nombre de Huanquero.Dada la escasez de material aéreo evidenciada por esos tiempos, y ante la falta de materia prima, el Ministro de Aeronáutica elevó al Ejecutivo una propuesta para la adquisición de los materiales imprescindibles para completar los aviones antes mencionados. Es así como con fecha 28 Abr '58, el Presidente Provisional de la Nación firmó un decreto que designaba una tripulación para el avión DC-4 T-43, que en una misión de ocho días debía transportar desde los EE.UU. los materiales necesarios para culminar la primera serie de aviones IA-35.

Anteproyecto
Hacia 1952, cuando nada hacía imaginar lo que sucedería en 1955 y sus amplias connotaciones dentro de la Fábrica de Aviones de Córdoba, el IA-35 tomaba sus formas finales. Desde allí el modelo sufrió pocos cambios en sus líneas generales, lo cual pone a las claras la precisión del equipo de diseño, aunque sí se modificaron las configuraciones internas y equipamiento de las versiones de producción.De acuerdo con uno de los planos, firmado por el dibujante E. B. Arguello el 8 Oct '52, los modelos originales del IA-35 eran los siguientes: exploración, bombardero, entrenamiento, transporte y sanitario. El avión de exploración llevaba una torreta móvil equipada con dos ametralladoras Browning de 12,70 mm más otra ametralladora ubicada en una protuberancia de la escalera de acceso, y una cámara fotográfica Fairchild 225 en la cabina principal. El bombardero no tenía la cámara, pero contaba con soportes ventrales para armamento suspendido. El resto de las versiones carecían de armamento. Finalmente los aviones de serie llevaron los cristales y parabrisas de la cabina de mando diferentes al prototipo, a la vez que se les instaló únicamente dos Browning fijas con 534 tiros a ambos lados de la proa y los soportes para 200 kg de bombas o cuatro cohetes de 57 mm. El esbelto tren de aterrizaje de nariz de serie, más económico y liviano que el del IA-35 P, resultó carecer de resistencia a las operaciones en pistas poco preparadas. El equipamiento básico consistió en un sistema de comunicaciones de corto alcance STR9-XI, de largo alcance Collins 18-4, y radioaltímetro, radiocompás e intercomunicador marca Bendix.El fuselaje de fabricación semimonocoque era totalmente metálico y constaba de cuatro partes principales: la primera sección desmontable iba desde la cabina de mando hasta la estación del radiooperador. La segunda, unida con pernos, comprendía la cabina principal hasta la escalera de acceso. La tercera, unida con remaches a la anterior, llegaba hasta el borde de ataque del estabilizador horizontal. Finalmente la cuarta era el conjunto de cola y se unía a la tercera por medio de pernos. Por su parte, las alas comprendían una sección central que incluía las barquillas de los motores y tren de aterrizaje principal y dos semialas exteriores que tenían los flaps, alerones, tanques de combustible y desheladores.Los planos de la unidad de cola estaban construidos con el mismo perfil, y los verticales eran intercambiables entre sí, lo cual reducía la cantidad de repuestos necesarios. Aunque podemos considerar al Huanquero un avión convencional de acuerdo con los estándares de aquella época, a diferencia del IAe-22DL o del frustrado IA-44, no había sido concebido para ser construido íntegramente con materiales nacionales. Esta situación obligó a la Fábrica de Aviones a incursionar por primera vez en el desarrollo de una gran cantidad de elementos estructurales, que exigieron estudios metalúrgicos y de ingeniería inéditos hasta ese momento.Para la fabricación de cada célula se invirtieron, entre otros elementos, 2 000 kg de chapa de Dural 2024, 420 kg de lingotes de aluminio para la fundición de piezas, 500 kg de barras de acero 4340 para piezas soldadas, 80 m de tubos de acero 4130, 2 000 m de cable eléctrico y 1 000 m de alambre de Dural para la fabricación de remaches.

A-318 con el camuflaje utilizado a partir de 1968. Foto: Héctor Vaccaro


Nuevos motores
El IA-R19A, un radial de nueve cilindros equipado con turbocompresores, presentaba continuas novedades que dificultaban el mantenimiento. Por otra parte a los primeros Huanquero les faltaba potencia, y de hecho en el Manual de Operación se detallaba que ante la pérdida de un motor en vuelo había que realizar frecuentemente suaves picadas con el fin de recuperar la velocidad de crucero. Vale aclarar que en este sentido las normas son claras: un bimotor debe mantener la condición de vuelo recto y nivelado aún con una sola planta de poder. Los problemas con los IA-R19A "El indio" de 650 hp se fueron intensificando con el paso de los años, y por eso los últimos 28 aviones llevaron el IA-R19C de 840 hp equipado con reductor, que movía un hélice Rotol tripala RA-25826 con las punteras recortadas para adaptarlas a la potencia entregada. Dado el resultado exitoso de esta decisión, a los aviones sobrevivientes del lote inicial se los fue equipando gradualmente con el nuevo motor.

Secuencia de perfiles obtenidos de unos planos elaborados en 1952.

por Sergio Hulaczuk/Héctor Vaccaro

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Tomás!
Como dato anecdótico, y tal como me lo refirió oportunamente un viejo mecánico de la Fuerza Aérea, los motores del Huanquero consumían una cantidad impresionante de aceite, hecho que los hacía objeto de extensos y frecuentes períodos de manteniemiento.
Saludos!

Tomás Charras dijo...

Gracias x la anecdota! yo tambien tengo una:
Mi abuelo era jugador de rugby, y viajaba muy seguido para jugaar (jugaba en la seleccion de santa fe) y casi siempre viajaban en algun Huanquero, y lo mas comun que podia pasar era que explote o se prenda fuego uno de los motores.
Era lo mas comun jaja

saludos!

Hernan Tejeda dijo...

Excelente tu blog Tomasito.Un abrazo desde Cordoba.Gracias por incluir mi blog
Lic.Hernán Tejeda
www.alassobrecordoba.blogspot.com

Tomás Charras dijo...

Gracias Hernan!!
Muy bueno tu blog, y a darle para adelante!