sábado, 27 de septiembre de 2008

Volar...

Sabemos que existen muchas personas amantes de la aviación, a las que se las suele ver paseando entre los aviones en los festivales y en los aeroclubes.
Que dedican horas de su tiempo a consumir libros y revistas especializadas, pero que nunca se han subido a un avión. Es más, ni siquiera se lo han planteado o lo ven como una posibilidad muy remota. Sin embargo, adoran y mitifican a esos "grandes pájaros mecánicos"
Muchas veces el desconocimiento, la indecisión o el miedo son la causa que impide a estos apasionados dar el salto que les permita disfrutar del placer de volar. Pero hay quienes rompen esa barrera alguna vez, prueban tímidamente, y si lo superan quedan enganchados para el resto de sus vidas.
Es buenos saber que no hace falta ser un superhombre o poseer alguna cualidad especial para volar un avión. El único impedimento real está dentro de nosotros mismos, y son nuestros propios prejuicios, temores e ideas preconcebidas lo que a veces nos detiene.
Ahora es importante no llenarse la cabeza de dudas y más dudas, nadie nace sabiendo (por lo menos si no tiene plumas). Lo mejor es acudir a una Escuela de Vuelo, donde exista un instructor calificado que nos enseñe que es lo que debemos y no debemos hacer para aprender a volar y para disfrutar del vuelo con seguridad. Es la persona más adecuada para aclararnos la mente con respecto al arte del vuelo.
Por ello, para toda persona entre16 y 90 años, que quieran aprender a volar, para aquellos que deseen romper la "barrera", hoy existen nuevas posibilidades, "el vuelo en ultralivianos".
El "invento" del avión ultraliviano tiene sus raíces en los comienzos mismos de la ciencia aeronáutica, y al igual que muchos otros inventos humanos, hubo de pasar por varias etapas hasta ser generalmente aceptado y convertirse en una máquina viable y de éxito. Una adecuada combinación de tecnologías, unida a factores tales como la economía mundial y un deseo general de simplificar el vuelo, han conducido finalmente a la aparición del avión que esté más al alcance de la mayor cantidad de gente posible.
El vuelo en ultralivianos es una actividad muy estimulante, ya que aumenta en gran medida nuestra comprensión del mundo que habitamos. Pasamos a ser pequeñas moléculas de aire volando en estas máquinas ultralivianas sensibles a cualquier movimiento. Se puede disfrutar del paisaje debido a su gran visibilidad, y la simpleza de sus sistemas hacen que el vuelo sea relajado y sin mayores tensiones.
Volar en ultralivianos es volar de verdad, ya que el piloto no se encuentra encerrado en una cabina de plexiglás, ni tampoco aislado de la atmósfera. En lugar de sentirse como un intruso en el aire, el ultraliviano permite "tocar el viento" y sentir el aire en todo el cuerpo, formar parte del mismo.
Cuando conducimos un automóvil, se debe seguir obligatoriamente la ruta según ha ido construida. En el aire, tenemos la libertad para poder elegir nuestra propia ruta. Podemos volar sobre el campo, los montes, seguir el curso de un arroyo o un río de acuerdo con nuestro deseo y mejor juicio. Como si fuésemos un pájaro.
Debido a sus características de baja velocidad, se pueden realizar vuelos a baja altura con un mayor margen de seguridad, y como necesitan poco espacio para despegar y aterrizar, se pueden improvisar pistas en los lugares más diversos, en donde no se podría descender con ningún avión regular.
A todo esto hay que agregarle su bajo costo operativo y de mantenimiento, los que son sumamente inferiores a los de cualquier aeronave convencional, y sus sistemas son de fácil acceso. Una sola persona puede moverlos y ponerlos en marcha.
El vuelo en ultralivianos está relacionado con los vientos, con las condiciones meteorológicas a pequeña escala, con el vuelo rural a baja altura y con la navegación elemental. En fin, el vuelo en ultralivianos está relacionado con la libertad, con la aventura, con el hecho de volar por pura diversión, y la satisfacción y el placer que se obtiene al volar en ellos, no puede ser obtenido en ningún otro tipo de avión.
Y recuerden amigos, el primer avión fue un ultraliviano, voló en la mañana del 17 de Diciembre de 1.903, al mando de Orville Wright en Kitty Hawk, Carolina del Norte.

Walter Bertoia

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